La VAE, una palanca para la inclusión en el cicloturismo de montaña
La bicicleta con asistencia eléctrica (EAB) hace que el cicloturismo sea más accesible para un público más amplio, especialmente en rutas de montaña largas y exigentes. Al compensar el esfuerzo requerido en las subidas y facilitar el encadenamiento de etapas, permite que un mayor número de perfiles de ciclistas se embarquen en rutas ambiciosas como P'tites Routes du Soleil ®, Route des Grandes Alpes ® o incluso Route des Grandes Alpes ® Gravel, sin verse limitados por su condición física o nivel de entrenamiento.
Accesibilidad ampliada a diferentes perfiles de ciclistas
Sin la VAE, las rutas de montaña de larga distancia suelen quedar reservadas a los ciclistas más avezados. La asistencia eléctrica equilibra los niveles y permite que más ciclistas compartan la misma experiencia.
. Ciclistas menos entrenados: la VAE compensa la falta de resistencia y permite subir puertos de montaña sin que la dificultad física lo impida.
. Ciclistas de edad avanzada: pueden seguir recorriendo rutas exigentes, a pesar de un posible descenso de la fuerza muscular.
. Parejas o grupos con diferentes niveles de habilidad: al modular la asistencia, todos pueden ajustar su esfuerzo y mantenerse en la misma dinámica de progresión sin que las diferencias de rendimiento se conviertan en un freno para la experiencia compartida. Una experiencia de grupo más fluida, en la que cada uno puede gestionar su propio ritmo sin dejar de formar parte de un grupo.
. Ciclistas que se recuperan de una lesión o de un largo parón: pueden controlar su esfuerzo y evitar un estrés demasiado intenso durante las subidas.
Apertura a nuevos públicos y usos
El auge de la VAE en el cicloturismo también fomenta nuevas prácticas:
. Viajes en familia: los padres pueden llevar alforjas más pesadas sin que el peso extra se convierta en un obstáculo
. Viajes de larga distancia: la VAE permite plantear itinerarios tan ambiciosos como las travesías alpinas, incluso para personas que no se sentirían capaces de recorrer estas distancias en una bicicleta convencional.
. Turismo sostenible y suave: al facilitar el acceso a zonas de media y alta montaña sin coche, la VAE favorece un mayor descubrimiento de las regiones, reduciendo el impacto ecológico de los desplazamientos.
Gracias a la VAE, viajar en bicicleta de montaña se convierte en una experiencia más inclusiva y accesible, que permite a perfiles muy diversos descubrir el placer de recorrer rutas exigentes. Elimina ciertas barreras físicas y abre la práctica a nuevos públicos, promoviendo un enfoque más igualitario y colectivo del cicloturismo por terrenos montañosos.