Samoëns

Estación de esquí y pueblo auténtico en Alta Saboya

Casa de los canteros, Samoëns no sólo es uno de los pueblos más bellos de la Alta Saboya y de los Alpes. También es uno de los que mejor ha sabido conservar y embellecer su excepcional patrimonio histórico, religioso y arquitectónico.

Situación

Samoëns es un encantador pueblo de montaña situado en el valle del Giffre, en Alta Saboya. Su excepcional ubicación, entre el Mont-Blanc, el lago Lemán y Annecy, hace de Samoëns y sus nueve aldeas una escala especialmente atractiva.

Montañas, lagos, cuevas subterráneas reconocidas, la naturaleza destaca aquí. A 700 m de altitud, el pueblo de Samoëns ofrece actividades deportivas y al aire libre durante todo el año. Forma parte del dominio esquiable del Grand Massif, con 265 km de pistas, y está comunicada con Flaine, Les Carroz, Morillon y Sixt-Fer-à-Cheval.

Pero más allá de este impresionante marco natural, Samoëns, que toma su nombre de las siete montañas que la rodean, es también y sobre todo una historia que se remonta casi mil años atrás...

Un patrimonio histórico rico y cautivador

¿Sabías que el nombre "Samoëns" se remonta al año 1167?

La historia de Samoëns se remonta en realidad a la Edad Media. El pueblo se encontraba entonces en una importante ruta comercial que unía Francia y Suiza, y era conocido por sus artesanos, en particular por la producción de tejidos de lana.

La historia de Samoëns se remonta a la Edad Media.

Samoëns es también la patria de los canteros, una especialidad local y milenaria. Especialmente conocidos por su pericia, los canteros han dejado su huella en la arquitectura del pueblo a lo largo de los siglos, como la fuente de la Place du Gros Tilleul, las iglesias de Nativité-de-Marie y Saint-Jacques, así como numerosos chalés y granjas tradicionales.

Algunos artesanos mantienen aún hoy esta tradición y saber hacer, que también fue reconocido en 2015 con su inclusión en el inventario del patrimonio cultural inmaterial de Francia